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La fuerza dialéctica y la fuerza de postular hipótesis

Hay un único punto en el que coinciden los intérpretes antiguos y actuales del Parménides: con la puesta en escena del encuentro entre Zenón, Parménides y un joven Sócrates, Platón ha querido poner en relación 1) la filosofía del eleatismo, 2) la respuesta al monismo eléata que ofrece la concepción platónica de las formas, y 3) las dificultades que las forman plantean a su vez. También hay coincidencia (básicamente porque el texto lo dice de modo explícito) en que la gimnasia dialéctica, que parte de la tesis parmenídea y de su negación, y que atraviesa ocho series de deducciones, debería contribuir de algún modo a encaminarse hacia la solución de las aporías relativas a las formas platónicas. Aquí terminan los acuerdos y comienzan las divergencias interpretativas. No es claro de qué modo se deben interpretar las hipótesis, ni cuál es el sentido de lo que se deduce de ellas, ni qué beneficio podría traer aparejado a las formas platónicas semejante “mecanismo infernal”[1], que concluye sin brindar ninguna aclaración retrospectiva.  En el marco de este mínimo acuerdo estructural, encontramos no obstante una noción alrededor de la cual se organizan tanto el planteo inicial del eleatismo como la entera gimnasia dialéctica destinada a fortalecer los argumentos que deberán superar el monismo. Es la de hypóthesis/hypotíthemi.

Las interpretaciones contemporáneas no suelen detenerse en el valor del formular hipótesis para el propósito del Parménides: pareciera aceptarse tácitamente que nuestro diálogo no va más allá del método hipotético planteado en los diálogos maduros[2]. Intentaré mostrar, sin embargo, que la originalidad de las nociones de hypóthesis/hypotíthemi no sólo es relevante para la comprensión global del Parménides sino también para el despliegue, en otros diálogos de vejez, de una dimensión heurística capaz de superar, en contextos diversos, las aporías relativas a la incognoscibilidad.  Para eso, mi argumentación se va a dirigir primero a tratar de mostrar que un primer aspecto novedoso de la formulación de hipótesis en el Parménides consiste en su aplicación lógico-semántica (que amplía una primera aproximación matemática al procedimiento en la República)[3]. En segundo lugar, insistiré en la vinculación de la gimnasia dialéctica del Parménides con una objeción de tipo gorgiano.  En efecto, las dos hipótesis y las ocho series de deducciones a partir de ellas surgen al proyectar y reconducir hacia la propia concepción del ser el desafío que Gorgias había lanzado al eleatismo. El imaginario objetor dirá que las formas platónicas –concebidas como algo en sí–  no existen (οὔτε ἔστι ταῦτα) y que si existen son incognoscibles para la naturaleza humana (αὐτὰ εἶναι τῇ ἀνθρωπίνῃ φύσει ἄγνωστα).  Platón no agrega a continuación, exactamente como Gorgias, que si las formas fueran cognoscibles sería imposible comunicarlas a otro, pero sí afirma algo muy parecido: sólo un ser extraordinariamente admirable sería capaz de instruir a otro (ἄλλον … διδάξαι), luego de llegar a entender que hay un género de cada una y una esencia en sí y por sí (ὡς ἔστι γένος τι ἑκάστου καὶ οὐσία αὐτὴ καθ᾽ αὑτήν)[4]. Recordemos que la defensa de las formas en el Parménides obedece a que sin ellas no habría “dónde dirigir el pensamiento” y “se destruiría la fuerza dialéctica” (135b-c).

Por otra parte, la referencia a hipótesis, la que permite que no se escape “la verdad” (135d), siempre se describe en el Parménides como un suponer/formular hipótesis (cf, hypotíthemi en 135e, 136a, 136b, 136c, 137b, etc.). Trataré de mostrar, en relación con esto, cómo el suponer/formular hipótesis, entendido como un mecanismo que permite avanzar en el conocimiento, se emplea en diálogos posteriores, como Timeo, Critias y Leyes, para aventurarse en ámbitos del saber diversos –conocimiento histórico, fisiología, cosmología– en los que no hay un acceso directo a la verdad.  Por ejemplo, Platón considera que los dos géneros, ser y devenir, postulados al comienzo del relato cosmológico de Timeo son dos “supuestos” (cf. ὑποτεθέν en Tim. 48e). Igualmente, el considerar que determinadas formas geométricas son los principios del fuego y de los demás elementos es un supuesto, un postulado de acuerdo con “el relato verosímil según necesidad” (cf. Tim. 53d: ταύτην δὴ πυρὸς ἀρχὴν καὶ τῶν ἄλλων σωμάτων ὑποτιθέμεθα κατὰ τὸν μετ᾽ ἀνάγκης εἰκότα λόγον πορευόμενοι; cf. también Tim. 55e). Así también, cuando intenta describir cómo se dan las impresiones en los seres humanos reconoce que esa explicación no es independiente de la que se brinde acerca de la formación de la carne en el cuerpo. De ahí que se deba “suponer” uno de los dos tipos de estudio, psicofisiología o histología, “y luego volver sobre el que se haya dado por supuesto” (cf. Tim. 61d: ὑποθετέον δὴ πρότερον θάτερα, τὰ δ᾽ ὑποτεθέντα ἐπάνιμεν αὖθις).

El suponer/formular hipótesis permite aproximarse a lo verdadero. Los supuestos, cuya no-verdad es admitida, no carecen de valor práctico ni de utilidad para el conocimiento.  Junto con la reivindicación de la fuerza dialéctica, la lógica implacable del Parménides también permite revelar la fuerza multiplicadora del postular hipótesis, de un modo lexicalmente original y filosóficamente fecundo.

 

Referencias bibliográficas:

Brisson, Luc, 1994, Platon Parménide, Paris, Flammarion

Ferrari, Franco, 2004, Platone Parmenide, Milano, Biblioteca Universale Rizzoli

Grote, G, 1885, Plato and the other Companions of Socrates, London

Robinson, Richard, 1941, Plato’s Earlier Dialectic, Oxford, New York.

 

La forza dialettica e la forza del formulare ipotesi

Antichi e moderni lettori del Parmenide sono d’accordo fino a un certo punto: con la messa in scena del incontro tra Zenone, Parmenide e un giovane Socrate, Platone ha voluto vincolare: 1) la filosofia eleatica, 2) la risposta al monismo eleatico offerta dalla concezione platonica delle forme, e 3) le difficoltà che a sua volta propongono le forme. Coincidono anche nel avvertire (perche poi il testo lo afferma in maniera esplicita) che la gimnasia dialettica –la cui parte dalla tesi parmenidea e dalla sua negazione e attraversa otto deduzioni– dovrebbe contribuire in certo mdo ad avviarsi verso la soluzione delle aporie concernienti le forme platoniche. L’accordo finisce a questo punto, e appaiono numerose divergenze. Non si verde con chiarezza come si dovrebbero capire le ipotesi, ne quale sia il suo significato, meno ancora quale potrebbe essere il vantaggio per le forme platoniche di tutto questo “meccanismo veramente infernale”[5], il cui finisce senza chiarire il rapporto in modo retrospettivo. Nella cornice di questo schematico accordo, vorrei dirigere la attenzione su una nozione intorno a cui si organizzano il planteo del eleatismo, l’intera gimnasia dialettica che dovrebbe rinforzare gli argomenti che superino il monismo. Questa nozione è quella di hypóthesis/hypotíthemi.

Il senso e valore del ipotizzare non viene spesso analizzato negli studi contemporanei sul Parmenide: sembra condivisa l’idea de che questo dialogo si attenga senza, approfondirne, al metodo ipotetico della Repubblica[6]. Vorrei argomentare, invece, che l’originalità nel’impiego di hypóthesis/hypotíthemi nel Parmenide è rilevante per la comprensione globale di questo dialogo e anzi consente di spiegare la sua proiezione, in altri dialoghi tardi, come dimensione euristica capace di superare, in contesti diversi, le aporie della incognoscibilità. Nel corso della nostra argomentazione, tenteremo di mostrare prima che la formulazione di ipotesi nel Parmenide introduce una applicazione logico-semantica (più amplia di quella prima comprensione matematica del procedere attraverso ipotesi nella Repubblica)[7]. In secondo luogo, si provarà a vincolare la ginnastica dialettica del Parmenide con una obiezione di tipo gorgiano. In effetti, le due ipotesi considerate e le otto deduzioni che da esse si fanno, appaiono quando Platone sottomette la propia concezione del’ essere alla sfida che Gorgia aveva posto agli Eleati. Nel Parmenide, un imaginario obietore afferma che le forme platoniche –concepite in sé– non esistono (οὔτε ἔστι ταῦτα), e se esistono sono incognoscibili dalla natura umana (αὐτὰ εἶναι τῇ ἀνθρωπίνῃ φύσει ἄγνωστα).  Platone modifica la terza tesi di Gorgia: non dice que se le forme fossero cognoscibili, sarebbe comunque impossibile comunicare questo ad un altro, ma afferma qualcosa molto simile: solo un uomo molto dotato sarà in grado di comprendere che esiste un genere e una sostanza in se stessa di ciascuna cosa (ὡς ἔστι γένος τι ἑκάστου καὶ οὐσία αὐτὴ καθ᾽ αὑτήν)[8], e uno ancora più straordinario sarà in grado di insegnarlo a un altro (ἄλλον … διδάξαι). Bisogna avere in mente che la difessa delle forme platoniche nel Parmenide nasce della convinzione de che senza di esse “non avrà dove rivolgere il pensiero” e si “destruggerà completamente la potenza della dialettica” (135b-c).

Il riferimento a ipotesi è, ancor più, ciò che consente di trattenere la verità (cf. 135d: εἰ δὲ μή, σὲ διαφεύξεται ἡ ἀλήθεια), e questo riferimento si descrive nel Parmenide come un suporre/formulare ipotesi (cf, hypotíthemi in 135e, 136a, 136b, 136c, 137b, ecc.). Vorrei mostrare come il suporre /formulare ipotesi, concepito come meccanismo che ci consente di fare progressi nella conoscenza, si impiega in dialoghi tardi come Timeo, Critia, Leggi, per azzardarsi in scopi diversi –fisiologia, cosmologia, storia– nei cui la verità tende a sfuggire e non sembra accessibile. Platone considera, per esempio, che i due génos, essere e divenir, postulati al inizo del relato cosmologico di Timeo sono “supposizioni” (cf. ὑποτεθέν, Tim. 48e). Considera anzi Platone che certi triangoli sono i principi del fuoco de gli altri elementi come supposizioni, postulati que vanno d’accordo col “relato verisimile secondo necessità” (cf. Tim. 53d: ταύτην δὴ πυρὸς ἀρχὴν καὶ τῶν ἄλλων σωμάτων ὑποτιθέμεθα κατὰ τὸν μετ᾽ ἀνάγκης εἰκότα λόγον πορευόμενοι; cf. anche Tim. 55e). Quando tenta di descrivere, sempre nel Timeo, come si formano le impressioni, Platone ammette che questa spiegazione non può essere indipendente della spiegazione che riguarda la formazione della carne nei corpi. Per ciò si dovrà “suporre” uno dei due studi, psichofisiologia oppure istologia, “e tornare più tarde su cui sia stato suposto” (cf. Tim. 61d: ὑποθετέον δὴ πρότερον θάτερα, τὰ δ᾽ ὑποτεθέντα ἐπάνιμεν αὖθις).

Suporre /formulare ipotesi consente di avvicinare la verità. I suposti, le ipotesi, la cui non-verità è implicitamente ammesa, non mancano comunque di valore prattico ne di utilità per la conoscenza. Insieme alla rivendicazione della forza dialettica, la logica implacabile del Parmenide consente di rivelare anche la forza moltiplicatrice del formulare ipotesi, in un modo lessicalmente originale e filosoficamente fecondo.

 

Riferimenti bibliografici:

Brisson, Luc, 1994, Platon Parménide, Paris, Flammarion

Ferrari, Franco, 2004, Platone Parmenide, Milano, Biblioteca Universale Rizzoli

Grote, G, 1885, Plato and the other Companions of Socrates, London

Robinson, Richard, 1941, Plato’s Earlier Dialectic, Oxford, New York.

[1] Ferrari, 2004: 119.

[2] Robinson, 1941: 186-187 concluye que en el Parménides hay un uso análogo de las hipótesis al que aparece en República VI, con énfasis en el carácter exhaustivo de la deducción de consecuencias, siendo el único aspecto novedoso el examen de una tesis y su negación.

[3] En cierta medida, el cambio de perspectiva está implícito en el modo en que Brisson (1994: 16) define qué se entiende en el Parménides por hypóthesis: “una proposición puesta de forma provisoria de la que se extraen consecuencias lógicas para obtener un medio indirecto de (i) probar esas consecuencias, (ii) descubrir las condiciones de posibilidad de un problema, o (iii) descubrir la inconsistencia de la hipótesis y establecer así su rechazo” (el subrayado es nuestro). Buscaremos explicitar el sentido de ese cambio de perspectiva.

[4] La relación de Parm. 135a-b, con el Tratado del No Ser es sugerida por Migliori (1990: 163), como réplica a una asociación de este pasaje con la doctrina protagórica del homo mensura (Grote, 1885: 280-281). Pero no desarrolla a partir de ahí otras consecuencias.

[5] Ferrari, 2004: 119.

[6] Secondo Robinson, 1941: 186-187, la differenza tra il Parmenide e Rep. VI è che nel primo si intenta esaurire la deduzione di conseguenze; l’unica novità sarebbe l’esame di ogni tesi insieme alla sua negazione.

[7] In un certo senso, il cambio di prospettiva è implícito nel modo in cui Brisson (1994: 16) descrive cosa significa hypóthesis nel Parmenide: “est une proposition posée à titre provisoire don con tire les conséquences logiques, que- ce soit pour obtenir un moyen indirect (i) de prouver ces conséquences, (ii) de découvrir les conditions de possibilitè d’un problème, ou (iii) de découvrir l’inconsistance de l’hypothése et de conclur à son reject ” (corsivo mio). Tentaremo di chiarire il senso di questo cambio di prospettiva.

[8]  Il vincolo di Parm. 135a-b col Tratato sul Non Essere di Gorgia é messo in rilievo da Migliori (1990: 163), come risposta alla identificazione di questo passo con la dottrina protagorica del homo mensura (Grote, 1885: 280-281). Ma Migliori non considera altre consequenze di questo vincolo.

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